El tono de cada protesta
Por: Daniela Muñoz Jiménez
Médica, Filósofa, Compositora, investigadora, activista y escritora en filosofía del Género, neurociencias, neurofilosofía, filosofía social, filosofía de la economía, ética y política. Apasionada por la compresión de los misterios de la mente. Autora de tres libros de Filosofía. Docente en de posgrado en AMSSAC. Directora y fundadora de CIFRO “Centro de Investigación Frontera y Filosofía” y CEO de ioio.mx, que es una app para rentar todo.
Correo: daniela@ioio.mx Instagram: @daniela_m_j_
Resumen: Los acontecimientos hitóricos nos demuestran que no existe una fórmula o un manual que nos diga cómo realizar una protesta efectiva y exitosa, pero lo que si sabemos es que que la lucha por los Derechos Humanos conlleva una gran lucha, como Mahatma Gandhi contra el Raj británico siendo asesinado, Martín Luther King y las «Marchas de Selma» con el domingo sangriento, Nelson Mandela en su lucha contra el Apartheid y su retención violenta en la cárcel por más de 27 años. Hoy los movimientos LGBTQI+ y los movimientos feministas están viviendo una gran lucha, es por eso que te invito a la reflexión sobre el tono de cada protesta que a lo largo de la historia siempre ha tenido relación con el pueblo y el Estado.
Keywords: cambio, derechos humanos, lucha colectiva, LGBTIQ+, feminismos
He de comenzar esta primera columna, que espero sea de muchas y que agradezco profundamente por la invitación, pidiéndote a ti, queride lectore, que cuestiones todas las normas, todos los axiomas y cualquier paradigma, porque nada es perfecto y porque todo puede cambiar para mejor; te lo pido porque es nuestro deber como seres pensantes arriba de esta tierra, y porque eso es lo que hace la vida y el universo entero en cada momento; cambiar, mejorar y evolucionar a través del aprendizaje de su misma historia. Entiende y percibe que la vida misma es cambio y diversidad, y lo único que no cambia es lo que ya ha muerto o está en el olvido. Por eso, abraza lo diverso, abraza el cambio, y abrázate a ti como parte de este milagro que es la vida y nunca dejes de cuestionar, nunca dejes de querer y nunca dejes de luchar por una realidad mejor, donde seas libre y vivas feliz esta única vida y donde haya paz en la comunidad.
Justo esa lucha por ser felices, por nuestra comunidad, por nuestra libertad, por la paz, se hace diario y en colectividad. Y es legítimo luchar por esto, como dice Clausewitz “la guerra se hace con el sueño de una paz mejor”, y también como apunta Pepe Mujica “la paz no se decreta, la paz hay que construirla diario cuando no se puede imponer” (Buey, F., SF. & Flórez, G., 2014).
Entonces ¿Cuáles son las «buenas maneras» para luchar por los derechos? Sin duda, no existe una fórmula o un manual que nos diga cómo realizar una protesta efectiva y exitosa. Lo que sí sabemos es que cualquier lucha intensa en pos de la obtención de derechos, pacífica o no, ha sufrido opresión y represión violenta por parte del Estado; Mahatma Gandhi contra el Raj británico siendo asesinado, Martín Luther King y las «Marchas de Selma» con el domingo sangriento, Nelson Mandela en su lucha contra el Apartheid y su retención violenta en la cárcel por más de 27 años; pero fue entonces, en esos momentos más álgidos, cuando sus luchas y movimientos tomaron una fuerza histórica y se convirtieron en actos transformadores de la historia humana. Por eso, si en las luchas con desobediencia no violenta hubo violencia Estatal, no nos extrañemos que haya violencia cuando las protestas dejan la doctrina de la desobediencia no violenta para pasar a protestas y movimientos de otro calado (Avila, I., Romero, N., 2019., Varela Barraza, H. 2014., Useche, O., 2016).
Las injusticias existen y permanecen por dos motivos, por opresión o por omisión-indiferencia, tanto del Estado como del Pueblo; por eso cada protesta tiene su tono y su audiencia, como las protestas y luchas no violentas, que se gritan al Estado opresor para hacer eco un Pueblo que puede escuchar y generar cambios (luchas por derechos, por clasismo, por racismo, anticolonialistas o por dominación), y las luchas donde activistas entregan su vida por igualdad, inclusión, respeto, amor, gritando desesperadamente a un pueblo que ha decidido sordearse y a un Estado indiferente que omite severos problemas como el machismo, especismo, aporofobia, xenofobia.
Por eso, por ejemplo, las luchas feministas han sido juzgadas por sus maneras de exigir, las han llamado subidas de tono, cuando estas se enfrentan a una honda sordera social y una anquilosada indiferencia del Estado que se tienen que combatir diario y con tono elevado para lograr que pueblo escuche y que el Estado actúe.
Por eso, la lucha por la paz no es una batalla de una sola vez, sino que se lucha y se defiende todos los días, en las aulas, hospitales, calles, hogares y otros espacios del ámbito público y privado donde nos siguen desapareciendo, matando e hiriendo, de allí que el “tono” de las protestas que han ocurrido durante este año sea “elevado”, pues sólo por mencionar algunas donde fuimos reprimidas, como el 8M, la toma de la CNDH por mujeres feministas, la protesta que terminó con disparos por parte del cuerpo de policías en Cancún por feminicidio de Alexis (#JusticiaParaAlexis), y muchas más, porque la gente no escucha y el cuerpo político evade sus responsabilidades con la sociedad. No olvidemos que la dinámica social y la de un concierto son muy similares. Si la audiencia no está oyendo, subes el volumen, cambias de tono, redireccionas bocinas. También en la sociedad pasa eso, si la sociedad no escucha sus necesidades, sus colectivos y movimientos, tarde o temprano cambiarán de tono para buscar que los escuchen.
Por eso, hoy te dejo con esta reflexión; el tono de cada protesta está a la medida de la sordera de su Pueblo y a la indiferencia de su Estado.
México se ha cansado de la desigualdad, los movimientos que hoy se unen por justicia como la comunidad LGBTI+ y las feministas seguirán cambiando de tono y redireccionando bocinas hasta que las voces se escuchen y se conviertan en propuestas aplicadas y efectivas.
Alégrate, pues cuando un pueblo alza la voz en contra de las injusticias, es porque una nueva historia se levanta, el presente se reinventa, y el futuro deja de ser lo que solía ser. Cuando los paradigmas desiguales caen, los rostros se levantan, reviven enseñanzas, mueren figuras de alabanza y nuevo horizonte se levanta fértil de esperanza.
Referencias:
Buey, F. (SF). Puntos de vista sobre la guerra y la paz. Etica y filosofía política. Recuperado de: https://www.upf.edu/materials/polietica/_pdf/paupuntosdevista.pdf
Flórez, G. (2014). Colombia se asoma a la paz. Política Exterior, 28(158), 78-85. Retrieved March 2, 2021, from http://www.jstor.org/stable/43594933
Avila, I., Romero, N. (2019). La trascendencia del deporte como manifestante de las problemáticas sociales. XIII Jornadas de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.
Varela Barraza, H. (2014). Nelson Rolihlahla Mandela: la lucha por la recuperación de la dignidad humana Estudios de Asia y África, vol. XLIX, núm. 2, pp. 497-507 El Colegio de México, A.C. Distrito Federal, México
Useche, O. (2016). La resistencia social India y el bien de todos. Aportes de Gandhi para una economía noviolenta. Revista Latinoamericana, Vol. 15, N. 43. Recuperado de: https://scielo.conicyt.cl/pdf/polis/v15n43/art_04.pdf